FRANCISCO MAZZA. CUATRO DÉCADAS DEDICADAS A LOS ESPINILLOS

rugbyNo hay un elogio fácil ni calificativo desmedido para asegurar que Francisco Mazza es un histórico del Club Los Espinillos. Empezó como jugador, continuó como entrenador y culminó su trabajo como dirigente. Un hombre que vivió de principio a fin las cuatro décadas de vida del “Rojo”.

 

 

1- ¿Por qué elegiste el rugby?

 

El primer partido que vi fue uno de Los Pumas ante Gales y comencé a prestarle atención al deporte. En el año 1974, Gales vino a jugar a Mar del Plata, fui a la cancha a ver el partido y quedé en enloquecido con el deporte. Cuando llegué a Concordia, me dirigí a Los Espinillos, fui a las prácticas y me apasioné por el juego.

 

2- ¿Cómo fueron tus comienzos en Los Espinillos?

 

En 1974 comenzó a formarse la primera división en el club. Con un grupo de amigos teníamos 15 años y empezamos a ir a presenciar las prácticas y tuvimos contacto por primera vez con la pelota ovalada. Recuerdo que en aquel equipo del plantel superior estaban referentes de nuestra institución como Chancho Rocino, Jose Locker, Pepin Pessolani, Arturo Mc-Loughlin. También recuerdo que Carlos Senés fue uno de nuestros líderes, un hombre que admiramos mucho, fue nuestro líder, sabía mucho de rugby.

 

3- ¿Qué recordás de la camada de 1975?

 

En 1975 transité las juveniles del club. Recuerdo la calidad humana que tenía el grupo. Salíamos juntos, comíamos asados, realmente nos divertíamos. Con la base de ese grupo pudimos debutar en la primera del “Rojo” y realmente fue disfrutar del deporte con amigos. El rugby te transmite ese espíritu de amistad.

 

4- ¿Qué pasó en 1984 con la Unión Entrerriana?

 

No todos los tiempos fueron lindos para nuestro deporte. En 1984 la Unión Entrerriana de Rugby nos dio la espalda y se fue a jugar a Santa Fe. Muchos clubes quedamos a la deriva y no teníamos con quien jugar. Suspendimos la primera y apostamos fuerte al rugby infantil. Lo hicimos para no perder el club y para seguir formando nuestro semillero. Hablamos en ese tiempo con Pepin Pessolani para que nos dejara seguir. Fue una historia difícil y triste pero despacito seguimos y volvimos a ser un club grande.

 

5- ¿Sentiste la necesidad de ayudar al club desde otro rol?

 

Sí, justamente en 1984 comencé a dejar en primera. Al poco tiempo hicimos una dupla técnica de entrenadores con el Cabezón Montorfano con quien somos grandes amigos. En mi caso, empecé a entrenar a los juveniles y a su vez estaba también con las infantiles. Más allá de no jugar el torneo oficial, en algún cuadrangular fuera de la ciudad me sacaba las ganas.

 

6- ¿Después de abandonar la primera división no disputaste ningún partido más?

 

Sí, jugué también con los Vizcachones, el equipo de veteranos, hasta el año 2000. Ahí dije basta, me rompí los ligamentos y meniscos de la rodilla y colgué los botines.

 

7- ¿Qué pensás del trabajo que está realizando la UER?

 

Yo de vez en cuando voy y discuto un poco. Hoy los dirigentes que están son mis amigos, que en su momento fueron mis contrincantes. Sé que ellos hacen un esfuerzo grande por darnos un torneo. Nuestro nombre siempre sonó fuerte. Estuvimos siempre peleando torneos y nunca desaparecimos. En los 40 años de existencia el club cumplió.

 

8- ¿Qué tiene el rugby que otros deportes no lo tienen?

 

El rugby tiene un espíritu de amistad. Es en el único deporte que tenés cualidades en comunes, incluso sin haberlo jugado. En este deporte generas amigos y le brindas confraternidad. La gente del palo del rugby te abre las puertas y formas parte de una familia de por vida.

 

9- Jugador, entrenador, ¿qué otro papel tuviste?

 

Tuve mi paso como dirigente. Te soy sincero, yo creo que no fui el mejor jugador, tampoco el mejor entrenador y ni el mejor dirigente pero sí sé que soy un trabajador del rugby. Este deporte es mi pasión y a Los Espinillos lo llevó dentro de mi corazón. Mi señora me dijo que el club era “la otra”.

 

10- ¿Tu familia te acompaña en este sentimiento?

 

Totalmente, no solo mi señora sino que toda mi familia es del “Rojo”. En mi casa si no jugabas en Los Espinillos no jugabas, jaja. Mi señora también vistió la camiseta y entrenó hasta 1991 a la primera de hockey femenino. Fuimos uno de los fundadores del hockey en el club. Queremos que Los Espinillos vuelva a tener un primer nivel como lo supimos tener. Nuestro club fue uno de los primeros que integró la Federación Entrerriana de Hockey.

 

11- ¿Qué proyectos tenés con el Hockey en el club?

 

En todo este tiempo hicimos tareas muy importantes para el hockey local y no me gustaría que en el club se pierda. Este año encaramos un desafío muy lindo junto a mi familia que fue reflotar el hockey infantil en el nuevo predio que lamentablemente por la pandemia no se pudo seguir desarrollando.

 

12- ¿Jugaste alguna vez al hockey?

 

Sí, en Mar del Plata. Cuando vivía allá me iba a practicar con los chicos del Club Peñarol. Era hockey de salón, me divertía. En Los Espinillos me tocó entrenar un tiempo a las chicas. Jugamos regionales junto a clubes de Paraná como Estudiantes y Rowing.

 

 

13- Contaste que fueron uno de los pioneros del hockey en la región, ¿qué entrenador fue el que se destacó en el club?

 

Uno de los grandes entrenadores que trajimos fue Teño Medina. Recuerdo que le pedí a los dirigentes de Paraná que me recomienden un técnico para que enseñe lo que era el hockey. El camino nos cruzó con él y el deporte en Concordia explotó. Teño nos cambió la manera de jugar, hizo muchísimo por el hockey concordiense. No solamente vino a dirigir Los Espinillos sino que vino a transmitir todo su aprendizaje en la ciudad.

 

14- ¿Es verdad que Cachito Vigil pisó el Regatas?

 

Sí, cuando inauguramos la cancha de Hockey en el Club Regatas vino Sergio “Cachito” Vigil a Concordia. Lo tuvimos un fin de semana con nosotros, un hombre muy grande y con mucha buena onda y predisposición. Llegó, por el contacto con Gabriel Pampa Saenz que en la actualidad está trabajando en Buenos Aires con el hockey nacional.

 

15- Cambiando de tema, ¿te afeitaste alguna vez tu bigote?

 

Solamente una vez, cuando salí de la colimba jugué sin bigote. Desde los 18 años los tengo. En esta cuarentena pensé en afeitármelo pero no me animé.

 

16- Los Espinillos cumplió 40 años, ¿Sos un hombre de las cuatro décadas?

 

Soy un privilegiado de haber estado en todas las etapas del club. 40 años de vida para Los Espinillos. Me alegra mucho cuando los fundadores se acercan o personas que integraron en la institución en distintas etapas.

 

17- ¿Qué le dirías a los chicos que juegan del club?

 

Le pido a los chicos que están ahora que nunca bajen los brazos, que sigan entrenando, que vayan a las prácticas. Sé del esfuerzo que ponen los profesores y más ahora que estamos en medio de una pandemia. Las clases virtuales las tienen que aprovechar. Esto va a pasar, vamos a volver todos juntos y vamos a seguir creciendo en nuestra nueva casa con las infantiles, con las juveniles y con la primera.

 

18- ¿Qué pensás del trabajo que se viene llevando a cabo en el plantel superior?

 

En la primera hay un muy buen trabajo. Ahora que se lo puede ver a través de las transmisiones la sigo desde mi casa. Si voy a la cancha paso muchos nervios. Los sigo y me pongo contento por su presente. Este año, si se juega, hay que ir por el tricampeonato.

 

19- ¿Qué pensás de la gestión de Andrés Piñol?

 

Andrés es un trabajador. Yo lo veo y me acuerdo de mis inicios. Hice el trabajo que está haciendo él y me pone muy orgulloso. Me siento muy contento que haya gente que haga lo mismo y que tenga a muchas personas que le dan una mano.

 

20- En pocas palabras, ¿qué significa Los Espinillos?

 

El club es todo para mí, mi segundo hogar. Como dije anteriormente es mi amante. Si pienso en regalar flores no se las regalo a mi esposa, se las llevo al club jaja. Los Espinillos es un sentimiento.